¡Naturalmente!

3 ejercicios de relajación para niños inquietos

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Hoy en nuestro blog te vamos a contar 3 ejercicios de relajación para niños inquietos por una simple razón: a veces intentar disfrutar de unas tranquilas vacaciones con estos angelitos se convierte en una auténtica prueba de fuego para los adultos, ¿verdad que tenemos razón? Entonces ya sabes: sigue leyendo y, si quieres, comparte nuestro artículo con esos amigos, familia y vecinos que necesitan encontrar ejercicios de relajación para niños que realmente funcionen.

 

Antes de empezar, la preparación

Antes de empezar con los ejercicios de relajación para niños propiamente dichos, permite que te demos un consejo: antes de practicar estos ejercicios intenta que el pequeño esté lo más cansado posible. Los niños tienen que jugar y canalizar todas las energías que les sobran y que pueden afectar a la convivencia familiar también durante las vacaciones, las escapadas y los fines de semana en familia.

Así, antes de poner en práctica los siguientes tres ejercicios de relajación para niños inquietos sigue nuestro consejo: encuentra un buen espacio para jugar y permite que los pequeños se cansen de la mejor manera posible, divirtiéndose.

 

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Listado de 3 ejercicios de relajación para niños

1. La tortuguita

La tortuguita es uno de los ejercicios de relajación para niños inquietos perfecto para practicar con pequeños de entre tres y siete u ocho años de edad. El ejercicio es muy simple: sois una familia de tortugas que pasean por la playa (o por el bosque, la montaña, un camino mágico…). Vuestro objetivo es llegar a un punto determinado sin que os detecte un ave gigante feroz que está sobrevolando el cielo. Tenéis que gatear muy muy despacio y, cuando suene un ruidito, esconder la cabeza dentro de vuestro caparazón imaginario.

Este ejercicio es perfecto para conseguir que los niños más inquietos se centren en el movimiento lento de su cuerpo, presten atención a cualquier ruido del entorno (ruido que harás tú) y relajen el cuello que, aunque no lo parezca, está en tensión continua por el exceso de energía que acumulan en su interior.

 

2. Haciendo zumo

Haciendo zumo es uno de los mejores ejercicios de relajación para niños inquietos para practicar mientras viajamos en coche, en autobús, en tren o en barco y funciona muy bien con niños de hasta nueve o diez años.

Tienes que contar a los niños que necesitamos hacer un zumo de naranjas imaginarias para toda la familia, pero que desafortunadamente se nos ha olvidado el exprimidor en casa. Los niños tienen que hacer varias cosas:

  1. Cerrar los ojos e imaginar un montón de naranjas gordas, ricas y jugosas.
  2. Imaginar que tiene súper poderes y que con sus manos va a ser capaz de coger una naranja y exprimirla al máximo para sacar todo el maravilloso jugo que guarda en su interior.
  3. Exprimir una estupenda naranja con la mano derecha apretando el puño al máximo y soltándolo de vez en cuando para conseguir sacar hasta la última gota de zumo.
  4. Exprimir otra naranja, pero ahora con su mano izquierda.

Este ejercicio es perfecto para conseguir que los niños se concentren en una tarea divertida y, sobre todo, para que suelten un poco la energía acumulada durante los viajes largos.

 

3. Abrazar a un árbol

Abrazar a un árbol es uno de esos ejercicios de relajación para niños inquietos perfecto para practicar en vuestra próxima salida al campo y, además, funciona estupendamente bien con niños y niñas de todas las edades.

Es sencillo: coloca a los niños sentados en un círculo en torno tuyo. Todos tienen que estar tumbados, relajados y con los ojos cerrados hasta que tú digas la palabra secreta ¡árbol! Puedes contar un cuento y, de pronto, decir esa palabra clave o contar números, guardar silencio un momento y gritar “¡árbol!” cuando menos se lo esperen.

El juego consiste en que los pequeños se levanten en cuanto oigan la palabra secreta, corran hacia el árbol más cercano y lo abracen con todas sus fuerzas hasta que tú les digas que ya pueden volver al círculo. Este ejercicio combina las técnicas clásicas de relajación con la explosión de energía repentina que agotará y divertirá a los más pequeños de la casa.

Y si te gusta disfrutar del medio ambiente que nos rodea, puedes también hacer ejercicios de relajación directamente en contacto con la naturaleza.

 

¿Conoces más ejercicios de relajación para niños inquietos que quieras compartir? ¡Hazlo ahora!

 

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