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¿Habías escuchado alguna vez que abrazar un árbol es una terapia natural? ¡Así es! Cada vez más estudios científicos ven efectos positivos en el cuerpo humano: alivio de dolores, ajuste de la presión arterial, estímulo para curar heridas, mejora del ánimo… Pues bien, lo cierto es que esta práctica es más antigua de lo que puede parecer, exactamente milenios de antigüedad y su origen se sitúa en lo espiritual.
Los beneficios de abrazar un árbol
Muchas son las creencias y religiones antiguas que promovieron la práctica de abrazar un árbol. Pero, más allá de estos misticismos, y quizás con algo de asombro y de sorpresa, la ciencia ha observado beneficios directos en las personas que lo han probado.
- Ayuda a mejorar la concentración.
- Reduce los niveles de ansiedad y estrés.
- Combate pensamientos negativos, como la depresión.
- Ayuda contra patologías como el asma bronquial, la hipertensión arterial, el insomnio, trastornos de déficit de atención e hiperactividad.
- Sensación de paz, calma y tranquilidad, así como eliminar los síntomas de la energía negativa.
- Relajación.
Según los estudios, estos beneficios se deben, en parte, a las vibraciones que transmiten los árboles y que, pese a ser imperceptibles, afectan a nuestro flujo sanguíneo. De esta manera, puede decirse que cada árbol presenta unas ventajas diferentes, tales como:
- Abeto: reduce inflamaciones, y promueve la curación de heridas y fracturas.
- Olmo: fortalece la digestión y el estómago.
- Arce: paliativo, reduce el dolor.
- Acacia: efectivo para calibrar la temperatura del cuerpo.
- Higuera: purificar el corazón.
- Pino: altamente curativo para el cuerpo y el alma. Este árbol ha sido muy mitificado por distintas tradiciones por sus capacidades curativas.
- Sauce: regula la presión arterial y fortalece el tracto urinario.
- Espino blanco: ayuda a la digestión y a cuidar del intestino.
- Cedro: reduce la sensación de calor.
Sensaciones a pie de árbol
Lo que está muy claro para todos es que un árbol transmite paz. Quizás sea porque, cuando pasamos tiempo destinado a la naturaleza (y no a pensar en el trabajo, por ejemplo), nos relajamos. Ir a buscar y abrazar árboles en un paraje natural nos proporciona mucha calma y paz interior.
A eso mismo responde la típica imagen bucólica de leer un libro mientras te sientas a la sombra de un árbol. Imagina en tu mente: aire fresco, distracción positiva, relajación, creatividad y felicidad, ¿a quién no le gustaría?
Terapia natural: arboterapia y balneoterapia
El abrazo del árbol es una terapia natural, que se engloba dentro de la balneoterapia (del latín, referente a los balnearios). Se trata de terapias basadas en la naturaleza, como el propio nombre indica: ya sea con baños en aguas termales, con baños en fango, o pasando tiempo entre árboles, por ejemplo. Como has podido comprobar, es muy sencillo acceder a este tipo de terapias y disfrutar de sus grandes beneficios.
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Sin duda, la naturaleza ayuda a cuidar de la salud física y psicológica, de una manera sencilla y sin grandes complicaciones. Por eso, la próxima vez que vayas de excursión no dudes en abrazar un árbol y sentir sus enormes beneficios. ¡Siente cómo tu cuerpo se relaja y desconecta durante el abrazo del árbol!
¿Qué dice la ciencia sobre los efectos de abrazar un árbol?
Muchas son las creencias y religiones antiguas que promovieron la práctica de abrazar árboles. Pero, más allá de estos misticismos, y quizás con un poco de sorpresa, la ciencia ha observado beneficios directos en las personas que lo han probado.
Evidentemente, no es una panacea ni una cura total: un árbol no es un cardiólogo ni tampoco hace milagros. Pero el que sí aporta el contacto con árboles y plantas es una mejora a nivel físico y también mental. Este es el resumen al que llegan autores como, por ejemplo, Matthew Silverstone y su “Blinded by Science”, después de recoger los resultados de varios estudios.
A grandes tiros, la práctica (o para algunos, incluso el ritual) de abrazar un árbol, ayuda a mejorar la concentración, a rebajar los niveles de ansiedad y a combatir estados mentales negativos, como el estrés o la depresión. Según los estudios, esto se debe, en parte, a las vibraciones que transmiten los árboles y que, a pesar de ser imperceptibles, afectan a nuestro flujo sanguíneo. Eso sí, siempre hay que tener en cuenta de no dañar sus cortezas, ya que estas son las que los protegen de enfermedades y parásitos.
Preguntas frecuentes
Abrazar un árbol tiene múltiples beneficios. Entre ellos: mejora la concentración, reduce la ansiedad, combate pensamientos negativos y ayuda en diversas patologías. Además, proporciona sensación de paz y relajación.
Esto dependerá de la sensación que quieras obtener al abrazarlo. Por ejemplo, abrazar una higuera purifica el corazón y abrazar un cedro reduce la sensación de calor.
Un árbol transmite paz para todos.
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