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¿Has oído hablar de la autorreflexión? Aunque no lo hayas hecho, quizás te haces una idea de lo que es por su nombre. No es difícil inferir de qué se trata, sin embargo, seguro que hay matices en los que no habías reparado. Por ejemplo, ¿alguna vez has analizado tus propios pensamientos o te has preguntado por ciertos procesos mentales? ¿Piensas sobre tus valores al enfrentarte a momentos difíciles? ¿Te los replanteas?
En este artículo te contamos qué es exactamente la autorreflexión y cómo puedes ponerla en práctica para incrementar tu bienestar. ¿Vamos a ello?
La autorreflexión, ¿qué es?
Además de autorreflexión, la práctica que te explicamos en este artículo también recibe el nombre de reflexión personal. A grandes rasgos, podemos decir que se trata del proceso por el que nos dedicamos a bucear en nuestra mente, analizando los propios pensamientos.
Es decir, la autorreflexión consiste en dedicar tiempo a pensar, meditar, evaluar y reflexionar de forma profunda y seria sobre cómo nos comportamos, las actitudes que tenemos a lo largo del día, nuestras motivaciones y deseos. Es, en definitiva, preguntarnos los porqués de todo lo que nos afecta.
Dedicarle tiempo a la autorreflexión te permite conocerte, analizar tu vida, tanto a grandes rasgos como los detalles. ¿Hacia dónde te lleva la vida? ¿Estás conforme, te hace feliz? En cuanto a los detalles, la autorreflexión te permite analizar cómo respondes ante acontecimientos concretos o determinadas circunstancias.
¿Por qué es importante la autorreflexión?
Para poner en práctica la reflexión personal, es necesario ser disciplinado. Además, debes encontrar un tiempo para dedicárselo en el caos que seguramente sea tu día a día. No es algo sencillo para la mayoría de las personas, pero lograrlo no solo te llenará de satisfacción, también te estarás regalando un momento realmente valioso.
Estos son algunos de los beneficios de practicar la autorreflexión:
- Te enseña quién eres. Reflexionar sobre ti mismo te permite conocerte, saber de dónde viene y hacia dónde vas. Cuando ponemos en práctica la autorreflexión debemos enfrentarnos al espejo sin juzgarnos, mirándonos con amabilidad, reconociendo nuestra valía y logros. Gracias a ella, nos aceptamos tal cual somos.
- Ganas perspectiva. A veces, las emociones nos dificultan la visión sobre las situaciones o desvían la atención hacia aspectos que realmente no son importantes. Al practicar la autorreflexión te permites hacer una pausa, alejarte y ver las cosas con perspectiva. Así, podrás pensar mejor y ver las cosas más claras.
- Aprendes a responder de un modo más eficaz. Es decir, te evitas arrepentirte después de hacer o decir algo que, cuando lo piensas fríamente, no deberías haber hecho o dicho. Eres capaz de considerar de manera anticipada las consecuencias de tus acciones y palabras.
- Comprendes y aprendes. Si nos moviéramos por la vida sin parar un poco a pensar y reflexionar, no aprenderíamos nada. Para tener una comprensión más profunda de la vida, conviene practicar la autorreflexión.
¿Cómo puedes ponerla en práctica?
- Crea un hábito. Trata de sacar tiempo cada día para reflexionar y practicar la atención plena.
- Toma conciencia de la realidad que te envuelve desde una perspectiva crítica. Cuestiónate cómo te afecta tu entorno, la burbuja cultural y social en la que te desenvuelves, etc.
- Pregúntate sobre los propósitos que tienes para tu vida. Haz una lista y analízalos. ¿Por qué son importantes para ti?
- Piensa profundamente en tus virtudes y tus defectos. ¿Cuáles son tus fortalezas, y tus debilidades?
- Reflexiona sobre cómo te comportas en momentos de amenaza. Es una buena forma de obtener información sobre tus miedos.
- Analiza y comprende tus emociones, necesidades y motivaciones.
- Analiza tu historia familiar, los pilares de tu educación.
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