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El deporte de orientación se ha popularizado mucho en los últimos años, discurriendo en paralelo al auge a las actividades de team building, una modalidad que no solo aporta un pasatiempo de carácter lúdico a los empleados, sino que sirve también para mejorar el trabajo en equipo y el desempeño individual y colectivo.
Las diversas modalidades de la actividades de orientación
Originario de los países escandinavos, los deportes de orientación pueden realizarse en diferentes versiones, si bien la modalidad más común consiste en una carrera cronometrada por un entorno natural donde los participantes deben orientarse de la forma tradicional: con una mapa y una brújula básicamente.
La idea es olvidarse, al menos durante una jornada, de geolocalizadores y otros dispositivos modernos y lanzarse a hacer una ruta a pie pasando por unos puntos determinados previamente. El reto, además de hacer el recorrido en el menor tiempo posible, es conseguir orientarse óptimamente, lo que no siempre es fácil.
Partiendo de esta premisa común, las carreras de orientación pueden realizarse de muchas formas: competición individual, por equipos, distancias medias, largas o cortas, sprints, relevos o formato de gincana. En este último tipo, la carrera de orientación se combina con otras pruebas, como la búsqueda de objetos o la resolución de pequeños enigmas.
Básicamente lo que varía son las distancias, si la prueba se realiza corriendo o caminando y si la competición se enfoca de forma en individual o por equipos. Pero el objetivo básico permanece inamovible: se trata de orientarse correctamente con ayuda de mapa y brújulas, localizar una serie de puntos previamente establecidos y pasar por los mismos en el menor tiempo posible.
Los beneficios de las carreras de orientación
Los deportes de orientación configuran un triángulo muy interesante capaz de estimular tres facultades diferenciadas:
- La parte física (ya que se corre y/o se anda rápido).
- El contacto con la naturaleza (se realiza siempre en entornos naturales).
- La orientación tradicional (los participantes solo pueden ayudarse de mapas o brújulas).
Por otro lado, se trata de una actividad muy divertida que se puede realizar con la familia, amigos o con los miembros del equipo del trabajo, que no requiere de grandes infraestructuras ni costosos medios técnicos.
Es, además, una disciplina aconsejada especialmente para niños porque mejora la psicomotricidad y la percepción espacial y sirve para a enseñar a los pequeños a amar, respetar y comprender la naturaleza y los seres vivos que la habitan: plantas y animales.
En el marco de una actividad de team building, las carreras de orientación potencian una competitividad sana y el trabajo en equipo, además de ayudar a desconectarse del estrés diario y mejorar el clima laboral, ayudando a limar asperezas y a solucionar los típicos problemas del día a día en las oficinas y otros centros de trabajo.
Otras ventajas relacionadas con este tipo de actividades son que fomentan las comunicación y la integración entre las distintas áreas y miembros de una organización y suponen un desbloqueo mental, facilitando la búsqueda de soluciones efectivas frente a situaciones de presión y problemas inesperados.
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