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En los últimos años, los mensajes de las autoridades sanitarias, los médicos y los especialistas en nutrición han ido haciendo mella en un gran número de personas, evidenciándose una creciente preocupación y concienciación social por tratar de llevar una dieta equilibrada y sana.
Qué es una dieta equilibrada
La definición de dieta equilibrada es muy concreta: seguir habitualmente un estilo de alimentación que incluya una amplia variedad de alimentos en las cantidades apropiadas para satisfacer las necesidades nutricionales de cada individuo.
Un buen ejemplo es la dieta mediterránea, caracterizada por su variedad y estar compuesta por alimentos naturales. Está considerada como una de la más sanas del mundo.
En la práctica, es cierto que a muchas personas les cuesta llevar una dieta saludable, muchas veces por haber adquirido una serie de hábitos perjudiciales que no siempre son fáciles de corregir.
Alimentarse correctamente implica unos pocos conocimientos en nutrición y mucho sentido común. Tampoco se puede olvidar que no existe una única forma de alimentarse bien, puesto que diversos tipos de dietas pueden ser válidos para aportar al organismo las vitaminas, nutrientes, minerales y otros elementos necesarios.
7 tips para llevar una óptima alimentación
El seguimiento de estas pautas de alimentación sin duda nos va a ayudar a tener un buen estado físico y mental, sentirnos mejor, prevenir muchas enfermedades y frenar los síntomas del envejecimiento:
- Fijarnos en los grandes tipos de alimentos existentes según los nutrientes que aportan y tratar de seguir la siguiente proporción en nuestra dieta diaria y/o semanal:
- Un 50-60% de hidratos (frutas, verduras, cereales…).
- Un 15% de proteínas (carne, pescado, huevos).
- U 25 % de grasas (aceite de oliva, ácidos grasos omega-3, ácidos omega-6).
- Adaptar las raciones de alimentos a nuestra edad, sexo, constitución física y nivel de actividad física.
- Hacer varias comidas más livianas (lo ideal es comer 5 veces al día) en vez de dos o tres demasiado copiosas.
- Priorizar las verduras y las frutas sobre la carne roja.
- Evitar las grasas saturadas, la bollería industrial y, en general, los azúcares refinados y los platos preparados.
- En cuanto al tipo de cocción, debemos procurar cocinar al vapor o a la plancha, desplazando a los fritos solo para ocasiones especiales.
- Finalmente, nunca debemos olvidar la importancia de una buena hidratación. Beber entre 1 y 2 litros de agua al día es primordial para mantener una buena salud. En este enlace encontrarás más detalles sobre hidratación y salud.
La importante clave de la variedad
Por su importancia esencial, hemos querido citar la variedad de los alimentos es un apartado independiente de este artículo. Es un hecho que no es posible llevar una alimentación saludable si únicamente ingerimos un número limitado de tipos de comidas, por eso la variedad es la clave de un menú saludable.
Nuestro organismo precisa de diferentes nutrientes, vitaminas y otros elementos que son imprescindibles para la salud, por ejemplo los minerales, Y para lograr esta aportación es totalmente indispensable ingerir de forma habitual alimentos de una variada tipología.
Además, la variedad en la alimentación es un placer par los sentidos, puesto que nos permite disfrutar plenamente de la gastronomía, con sus diversidad de sabores, texturas y aromas.
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