¡Naturalmente!

Ecología y medio ambiente: hábitos que cuidan el planeta

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¿Cuántas veces hemos escuchado que el planeta está enfermo? ¿Cuántos mensajes en la misma línea recibimos diariamente? Y a pesar de eso, ¿qué hacemos para cuidar nuestro hogar? ¿Nos interesamos por aprender sobre ecología y medio ambiente? ¿Transmitimos nuestros aprendizajes a las futuras generaciones? Conservar nuestro propio ecosistema implica dar un buen ejemplo de un uso responsable del medio natural en el que vivimos. En otros artículos hemos explorado algunas prácticas sostenibles en el hogar. En esta ocasión ampliaremos nuestro radio de actuación a acciones cotidianas que trascienden nuestros hogares.

La ecología y el medio ambiente son dos conceptos relacionados por los que deberíamos preocuparnos en nuestro día a día. Aunque siga habiendo personas, como el presidente Trump, que sigan cuestionando el cambio climático, el planeta nos muestra cada día los síntomas de esta grave enfermedad planetaria. El calentamiento global y el deshielo de los casquetes polares, el deterioro de la capa de ozono, la modificación de los ecosistemas… son solo algunos ejemplos.

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Afortunadamente, cada día son más las personas que toman conciencia del problema y se proponen buscar soluciones. A pesar de que las acciones individuales no van a resolver de la noche a la mañana los problemas de emisiones de CO2 o la contaminación de mares y ríos, si se repiten a gran escala pueden convertirse en un buen remedio para la salud del planeta. ¿Te animas a ponerlos en práctica?

Dile adiós al plástico

El plástico es un verdadero quebradero de cabeza para el planeta. Tarda mucho en degradarse y por esa razón los océanos están llenos de este material. ¡Tan llenos que existen islas de plástico a la deriva! ¿Sabías que los productos fabricados con plástico necesitan cientos de años para empezar a descomponerse? Piénsalo cada vez que quieras adquirir algo hecho con este material.

Por lo general, siempre encontrarás alternativas fabricadas con materiales biodegradables. Por ejemplo, las bolsas para la compra. Hemos cambiado las desechables por las reutilizables, ¡pero también son de plástico! La mejor alternativa: las de algodón. Otros objetos muy cotidianos son los contenedores de alimentos o tápers. Lo mejor es elegir los de cristal.  

Elige productos locales y de temporada

Comer fresas todo el año no es sostenible. Debemos volver a aprender qué productos son de temporada para no forzar los ecosistemas. Además, lo ideal es consumir productos locales, que evita costos innecesarios en transporte. Cuando el campo local no produce fresas, los supermercados las ofrecen porque las traen del otro lado del mundo. Este derroche de energía podemos evitarlo poniendo en práctica hábitos de consumo responsable.

Una buena idea es hacer la compra a través de grupos de consumo. Este sistema permite poner en contacto a productores y consumidores de un modo directo. Menos intermediarios, menos costos y menos despilfarro de energía.

Cómo cuidar el planeta desde la alimentación

Aunque te parezca raro, saber cómo cuidar el planeta aprendiendo algunas cosas sobre alimentación convertirá tu casa en un hogar ecológico, sostenible y respetuoso con la comunidad. Toma nota:

  • Elige frutas, verduras y hortalizas de temporada y Kilómetro Cero. Este simple gesto promocionará la economía local de las comunidades agrícolas que viven cerca de ti, pero además contribuirás a minimizar la contaminación producida por los medios de transporte que distribuyen alimentos producidos a miles de kilómetros de distancia.
  • Procura comprar huevos, carne y pescado ecológico. ¿Por qué? Porque las granjas y piscifactorías extensivas y no ecológicas contaminan mucho más que las explotaciones intensivas y ecológicas. Además, los granjeros y pescadores ecológicos reducen la fabricación de productos químicos contaminantes porque no los utilizan en sus explotaciones.
  • Recicla las sobras para cocinar nuevos y ricos platos. Imitar a nuestros antepasados y convertir esos restos de pollo asado en deliciosas croquetas crujientes o utilizar los restos de verdura para preparar una rica pasta con tomate no solo es un gesto de ahorro doméstico, también reducirá el gasto energético que hace la industria alimentaria para producir cada día más alimentos que acaban en la basura.
  • Evita comprar productos envasados en exceso de plástico. Ya hace tiempo que se está viendo la importancia de reducir el plástico, y gran parte de este lo encontramos en supermercados. Por eso, pequeñas acciones como: llevar tu propia bolsa de tela o carro para guardar la compra, no coger bolsas de plástico para la fruta, entre otros, son gestos que pueden ayudar.

Deja el coche aparcado en casa

En la medida de lo posible, la gran mayoría de nuestros desplazamientos deberían ser a pie. Es lo más sostenible. Sin embargo, el tiempo y otros factores nos dificultan este tipo de desplazamiento. Si es así, deberíamos elegir siempre el transporte público o compartido.

Para las grandes distancias, mantén siempre los pies en el suelo; es decir, utiliza el avión solo si es estrictamente necesario. Si quieres viajar, este es un principio fundamental del turismo responsable.

Pásate a las TIC y olvídate del papel

El papel cada vez es menos necesario. Gracias a las nuevas tecnologías podemos llevara la mano(en nuestro Smartphone) todo tipo de documentos que no necesitamos imprimir. La gran mayoría de espectáculos permite utilizar entradas online, e incluso los títulos de transporte pueden validarse desde el teléfono. Al usar menos papel, contribuiremos a frenar la deforestación de nuestros bosques.

Reduce tu consumo eléctrico

Como sabes, la factura eléctrica es uno de los gastos más importantes de las familias españolas, un consumo energético que se dispara en los meses de invierno debido al frío y la poca incidencia de la luz solar. Pero además de evitar un desembolso importante, el consumo energético es un problema grave desde el punto de vista medioambiental.

Aprender a reducir el consumo energético doméstico equivale, así, a aprender cómo cuidar el planeta desde casa con un gesto tan simple como es utilizar mejor la electricidad de nuestro hogar. Algunos consejos básicos que podemos poner en práctica tanto los adultos como los niños de la casa:

  • Apaga la luz cuando no estés en la habitación.
  • Instala sensores de presencia en los garajes y sótanos. Estos sensores de presencia encenderán automáticamente la luz solo cuando sea necesario.
  • Antes de irte a dormir, recuerda desconectar la regleta eléctrica donde están enchufados los ordenadores, el televisor, el equipo de música…
  • Si tienes que comprar nuevos electrodomésticos, elige aquellos que menos consuman.
  • Sustituye las bombillas tradicionales por Led.

Ten mucho cuidado con tu consumo de agua

Quizás cuando estamos en casa somos más cuidadosos con el consumo de agua porque repercute en nuestro bolsillo. Sin embargo, deberíamos cuestionar siempre nuestro consumo de este bien tan preciado más allá de las paredes de nuestro hogar. En el trabajo, en el centro de estudios, en lugares de ocio… despilfarrar agua es una pésima idea siempre y en cualquier lugar.

Apúntate  la limpieza y el reciclaje

Si hablamos de cómo cuidar el planeta desde casa no podemos olvidar dos tareas fundamentales domésticas: la limpieza y el reciclaje. Unos consejos rápidos que deberían formar parte de nuestras rutinas caseras:

  • Elige productos de limpieza ecológicos y libres de productos químicos contaminantes.
  • Limita el uso de toallitas desinfectantes o con detergente. Es mejor usar los trapos de limpieza de toda la vida, lavarlos, ponerlos a secar y volver a utilizarlos varias veces más.
  • Aprovecha al máximo la capacidad de carga de la lavadora y del lavaplatos.
  • No tires el aceite usado por el fregadero o por el WC. Resérvalo en una botella de plástico y, cuando esté llena, llévala a un punto de reciclaje de aceite usado.
  • Clasifica y separa la basura (orgánica, papel, plástico, vidrio…).
  • Pon a prueba tu imaginación para darle una nueva vida a los objetos cotidianos: convierte botellas en lámparas, utiliza restos de lanas y tubos de cartón de los rollos de papel higiénico para fabricar juguetes para tu mascota, etc.

Dile hola a la autosuficiencia

¿Has pensado en tener tu propio huerto y cultivar tus propios alimentos? La autosuficiencia es una forma fantástica de ser sostenible y cuidar el medio ambiente, y no todo pasa por cultivar o hacerlo en casa (piensa en las actividades comunitarias que puedes compartir en el barrio). Por ejemplo, ¿sabías que puedes hacer tu propio jabón reciclando el aceite usado (que no quemado)? Solo necesitarás añadir agua y sosa cáustica.

Podemos también proveer nuestro hogar con fuentes de energía renovable (placas solares o molinos de eje vertical) para ser más autosuficientes. Y volviendo al asunto del huerto, no es necesario vivir en una casa para cultivar nuestros propios alimentos, podemos usar el balcón o las azoteas de los edificios, ¡imaginación al poder!

En Cerdanya Ecoresort apostamos por el medio ambiente. ¿Es también tu apuesta? ¿Se te ocurren algunas otras formas de contribuir a la ecología y medio ambiente en nuestro día a día? ¡Compártelas con la comunidad!

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