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La excursión con raquetas de nieve es una de las actividades deportivas más en auge en los últimos tiempos. Son muchos los motivos que hacen atractivo este deporte: permite adentrarse y conectar con la naturaleza de una forma distinta, más directa y con un toque aventurero. Además, la técnica necesaria para desenvolverse con estas raquetas es sencilla y se aprende enseguida y, salvo en las rutas muy complicadas, tampoco es necesario tener una gran forma física.
Un poco de historia
El origen de las raquetas de nieves es milenario. Los expertos creen que los pueblos prehistóricos del Asia Central ya idearon, hace más de 10.000 años unas raquetas rudimentarias usando pieles de animales a modo de superficies planas bajo los pies y también superficies redondas de la nieve. El objetivo principal era poderse desplazar sin hundirse en la nieve y así poder continuar con sus actividades de caza durante el invierno.
Posteriormente, el artilugio fue evolucionando y comenzaron a construirse unas rudimentarias raquetas formadas por un armazón de madera entrelazado por correas de cuero o de piel animales.
La colonización y la mezcla de poblaciones y culturas provocó la expansión a otras zonas: Norteamérica, Europa…adaptándose a las características y necesidades de cada terreno. Por ejemplo, en América del Norte, al tratarse de una zona generalmente poco accidentada, se construyeron largas raquetas de madera con tiras de cuero entrelazadas, lo que permitían un desplazamiento muy rápido sobre las inmensas llanuras nevadas. Mientras que en los Pirineos y los Alpes se apostó por lo contrario, construyéndose raquetas más pequeñas y redondeadas para poder caminar mejor por las duras pendientes de las montañas.
La evolución de esta sencilla pero práctica y estimulante actividad no se ha detenido, convirtiéndose en un deporte muy popular en gran parte del mundo desde principios de 1990. Hoy en día la madera de las raquetas tradicionales se han sustituido por materiales más ligeros, seguros y resistentes, como el aluminio o el policarbonato.
5 rutas ideales para hacer excursiones con raquetas de nieve por los Pirineos
En cuanto a raquetas de nieve, los Pirineos vuelven a ser un alumno aventajado. Estas increíbles montañas cuentan de sobra con todos los ingredientes necesarios: mucha nieve, montañas con diferentes desniveles y un entorno natural inmejorable y de sorprendente diversidad, donde no faltan valles, cimas, bosques, lagos…
Existen muchos itinerarios y rutas de longitud y nivel de dificultad muy variada para que nadie se vea privado de la maravillos experiencia de realizar una excursión de este tipo.
A continuación te planteamos alguna opciones:
1. Estanys de Esquits y de las Bulloses – La Cerdaña
- Km: 11 km
- Desnivel acumulado: 350 m
- Dificultad: Baja
- Duración: 5 horas
Esta ruta transcurre por paisajes por uno de los lugares considerados de más belleza de toda la cordillera pirenaica: la zona lacustre de las Bulloses, a los pies del Carlit (2.921m). La Cerdanya es un espacio ideal para iniciarse en la excursiones con raquetas de nieve, puesto que sin requerir conocimientos técnicos ni una gran forma física, permite descubrir una paisajes nevados increíbles: lagos helados, bosques de pino negro, prados de alta montaña
2. Tuc de Beret – Valle de Aran
- Km: 8 km
- Desnivel: 768 m de subida y de bajada
- Dificultad: Baja
- Duración: 5 horas y 20 minutos
Las principal característica de esta ruta ubicada en el Valle de Aran es que nos garantiza disfrutar de un paisaje totalmente nevado, tanto si la realizamos en invierno como en plena primavera. Otro aliciente es que se llega hasta la cima del Tuc de Beret, desde podemos disfrutar de una magnífica panorámica hacia otros picos.
3. Aigües Tortes y Estany Llong
- Km: 12 km
- Desnivel acumulado: 275 m
- Dificultad: Media-baja
- Duración: 4 horas y 45 minutos
No podíamos hacer una selección de excursiones en raquetas de nieve sin citar el Parque Nacional de Aigües y Estany de Sant Maurici, todo un referente de la naturaleza en estado salvaje de los Pirineos. Se trata de una ruta con dos grandes protagonistas: agua y montaña. Durante la parte de ascenso, cómoda y paulatina aunque en algunos tramos algo abrupta, podemos disfrutar del increíble humedal de los Prats de Aiguadassi. Y como colofón final, esta excursión nos permite admirar de una joya patrimonial de máximo valor: las iglesias románicas del Valle de Boí.
4. Bosques misteriosos de Bonabé
- Km: 11 km
- Desnivel acumulado: 500 m
- Dificultad: Media-baja
- Duración: 7 horas
Esta excursión es ideal para descubrir un lugar de donde confluyen una sensación de calma y tranquilidad absoluta con la belleza salvaje: el bosque de Bonabé en el Parque Natural del Alto Pirineo, un lugar que destaca también por ser el hábitat natural del oso pardo. El terreno no presenta grandes dificultades, aunque sí algunas irregularidades que nos obligarán a hacer un esfuerzo adicional. Pero los majestuosos bosques de abetos, algunos de ellos con cientos de años de vida, y el paseo cerca del imponente río Noguera Pallaresa valen sin duda la pena.
Si quieres más ideas de rutas con raquetas de nieve, no dudes en visitar nuestro otro artículo: 5 rutas en raquetas de nieve (sencillas) para explorar los Pirineos
Equipamiento necesario
¿Cómo elegir las raquetas?
Prácticamente el único elemento específico, eso sí muy importante, para poder practicar este deporte son las raquetas. Existen diversos tipos en función de tres aspectos básicos: su flotación, articulación y tracción. También debemos distinguir entre las raquetas de paseo (son la que se hunden menos en la nieve, por lo que resultan ideales para transitar por pistas forestales, fondos de valles y terrenos suaves) y las raquetas técnicas o de montaña (aunque se hunden más en la nieve, traccionan mejor y permiten caminar sobre diferentes tipos de terrenos, incluyendo las nieves endurecidas). Otra modalidad menos habitual son las raquetas de competición o de “running”, más ligeras y alargadas ya que están pensadas para correr sobre la nieve.
El resto de material necesario es el típico de los deportes y las excursiones por la montaña en invierno: botas impermeables y ropa deportiva de abrigo: anorak, guantes, mallas, etc.
Para iniciarnos en este deporte, lo mejor es contratar los servicios de una empresa especializada en este tipo de excursiones y de un guía, donde ya está incluido el alquiler de unas raquetas idóneas para el tipo de terreno de la excursión que vamos a realizar.
Si no lo has hecho aún te animamos a probarlas: te aseguramos que la sensación de caminar sobre las nieves con raquetas te enganchará y estarás deseando repetir.
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