Hatha yoga: beneficios para el cuerpo, la mente y el espíritu

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Como posiblemente sabrás, hay muchos tipos de yoga distintos. El hatha yoga se caracteriza por ser más pausado que otros estilos de yoga. Esto da la posibilidad de trabajar diferentes aptitudes del cuerpo de manera gradual y amable. Muy popular hoy en día, personas con todo tipo de perfiles encuentran en el hatha yoga beneficios para su vida cotidiana. ¿Te animas a probarlo?

Antes de nada, ¿qué es el hatha yoga?

Los pilares del hatha yoga son dos: las asanas (posturas) y el pranayama (control de la respiración). Si combinamos ambas se busca preparar el cuerpo y la mente para la meditación, que es precisamente el objetivo original de esta práctica. Puedes escoger enfocarte en uno u otro aspecto, ya que será igual de beneficioso comprender la práctica y sus objetivos de manera holística.

Además, el hatha es ideal para quienes se inician en el yoga, puesto que da la oportunidad de forjar una base sólida para luego introducirse en otros estilos más exigentes, como el ashtanga, consistente en series dinámicas de asanas, o el iyengar, centrado en la correcta alineación y postura corporal.

Más que posturas y bienestar físico

Como has visto, una de las bases del hatha yoga son las llamadas asanas, que asanas ofrecen un espacio donde explorar el estado del cuerpo, sus capacidades y sus necesidades.

Otros elementos claves del hatha yoga son la concentración y la consciencia, la conexión entre lo que ocurre en el cuerpo y lo que ocurre en la mente. Mediante los movimientos suaves y precisos y la respiración profunda y presente se aúnan cuerpo, pensamiento y espíritu, permitiendo que fluyan en armonía y sin tensión.

¿Quién puede practicar hatha yoga?

El hatha, al ser más pausado que otros estilos de yoga, es más accesible sea cual sea tu condición física. Lo fundamental en esta práctica es estar presente, concentrarte en la respiración y en la postura, así como en las sensaciones que fluyen por tu cuerpo en cada momento. La finalidad no es conseguir una postura perfecta o alcanzar un objetivo físico concreto, sino establecer una conexión entre cuerpo, mente y espíritu que te proporcione paz.

Es esta concentración, similar a la que se obtiene en la práctica del mindfulness, la que te aporta tantos beneficios mentales y emocionales. La práctica del hatha yoga se convierte en un espacio donde encontrarte contigo mismo y olvidarte, por un rato, de la rueda de los problemas cotidianos.

Hatha yoga: beneficios al alcance de todos

Da igual si tienes ocho, dieciocho u ochenta años: todos pueden encontrar en el hatha yoga beneficios para su cuerpo y mente. Lo primordial es adecuar la práctica a tus posibilidades y disfrutar del proceso, prestando atención a sus efectos. ¿Quieres conocer algunos de sus beneficios?

• Te ayuda a respirar mejor porque te enseña a concentrarte en la respiración y a relajarte de manera general. 
• Tonificas y fortaleces los músculos sin forzarlos más de la cuenta gracias a las posturas pausadas y sostenidas.
• Trabajas y mejoras la flexibilidad, una de las capacidades más importantes del cuerpo.
• Mejoras la postura al ejercitar el cuerpo de manera general y aprender a conectar con él.
• Te ayuda a conciliar el sueño y a descansar mejor, ya que libera las tensiones que se acumulan en el cuerpo y ayuda a despejar las preocupaciones.
• Te ayuda a combatir el estrés, tanto durante la práctica como dándote herramientas para controlar y relajar la mente.

3 posturas básicas para ir empezando

Para empezar a practicar hatha yoga solo necesitas una esterilla (una manta gruesa también puede servir) y un par de cojines (pueden servir de apoyo para ciertas posturas, o simplemente para estar más cómodo).

Aquí te dejamos tres posturas sencillas para empezar a introducirte en el placentero mundo del hatha yoga. Date un mínimo de 30 segundos en cada una de ellas, respira profundo y verás como lo disfrutas. Y, si te quedas con ganas, aquí puedes encontrar 10 posturas más.

1. Balásana o postura del niño. Debes sentarte sobre los talones, flexionar suavemente el cuerpo hacia delante hasta tocar el suelo con la frente, dejando los brazos a los costados. Esta postura te permitirá estirar y relajar la columna y la cintura. Un par de respiraciones profundas en balásana y notarás como te relajas.
2. Bhujangasana o postura de la cobra. Túmbate boca abajo y, apoyándote sobre los antebrazos, haz una extensión hacia atrás de la zona dorsal. No separes el pubis del suelo y mantén las piernas bien activas, sin levantarlas, y los codos pegados al cuerpo. Esta postura te ayudará a relajarte la espalda y activará el flujo sanguíneo de la columna. 
3. Savasana o postura del cadáver. Esta es la postura de relajación por excelencia. Túmbate boca arriba, con los brazos a los lados del cuerpo, separa ligeramente los pies y deja que caigan hacia los costados. Para liberar tensiones, concéntrate en las sensaciones del cuerpo y ve aflojando las zonas que notes más rígidas a la vez que respiras profundamente.

Al empezar a practicar hatha, recuerda que no debes forzar el cuerpo, sino trabajar con él, amorosamente, escuchando sus necesidades y atendiendo a sus posibilidades. Si te ha picado la curiosidad, te recomendamos unas clases de yoga para principiantes. ¡Siempre es buen momento para empezar!