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El concepto de permacultura
La permacultura es un concepto muy amplio, que tiene que ver con valores diversos como el ecologismo, la diversidad y, muy especialmente, la sostenibilidad. A la permacultura se le conoce también como agricultura permanente y puede conceptualizarse como el diseño, creación y desarrollo de ecosistemas humanos sostenibles.
En realidad la permacultura es, por encima de cualquier otra consideración, una forma diferente de entender las relaciones de las personas con su entorno natural. Muchos la consideran también una filosofía de vida en la que confluyen un sinfín de ideas diferentes y diversos factores, con el fin básico de lograr un ecosistema de producción agrícola que sea realmente sostenible y racional.
La idea que subyace en este concepto es que el hombre y la naturaleza pueden convivir en armonía, sin que se produzca una sobre explotación que pueda poner en peligro la biodiversidad y, en definitiva, la salud presente y futura del planeta.
Así, los fans de la permacultura no se limitan a cultivar, criar o comprar productos naturales; también se autodefinen como defensores de una forma de vida sustentable y ecológica en todas las facetas de su vida: en los medios de transporte que eligen para viajar, en el consumo responsable de ropa, productos de limpieza o electrodomésticos, en su apuesta por educar a sus niños en valores ecológicos y respetuosos con el medio ambiente, en las actividades de reciclaje que practican en familia, en la elección de actividades de ocio y turismo rural como las excursiones en burricleta, etc.
A pesar de que es ahora cuando se está poniendo de moda hablar de permacultura y productos naturales, tanto el término como el concepto tienen más de 40 años cuando los ecólogos australianos David Holmgren y Bill Mollison publicaron un libro que ya se ha convertido en un auténtico clásico de los fans de los productos naturales y la permacultura: “Permaculture One: A Perennial Agriculture for Human Settlements”.
Factores asociados a la permacultura
Para conseguir sus objetivos, la permacultura se basa en un conjunto de conocimientos y técnicas, algunas muy antiguas y otras contemporáneas. De esta mezcla de procedimientos nace una nueva forma de practicar la agricultura, incluyendo factores y aspectos tan diversos como:
- Nuevos diseños agrícolas, tanto estéticos como de producción.
- Uso de energías renovables.
- Desarrollo de tecnologías que optimicen los recursos energéticos.
- Técnicas de bioconstrucción.
- Tratamiento natural de las aguas.
- Relaciones laborales e incluso sociales diferentes, poniendo énfasis en el desarrollo comunitario.
- Gestión de recursos de forma sostenible.
- Acciones para restaurar la acción producida sobre los sistemas naturales.
- Creación y desarrollo de ecosistemas sostenibles.
- Uso eficiente de los recursos agrícolas.
- Integración de los paisajes.
- Máximo respeto al medioambiente.
- Uso racional de los recursos naturales y económicos.
Cómo diseñar un huerto bajo las premisas de la permacultura
La permacultura es un concepto que puede llevarse a cabo en distintas esferas, desde los gobiernos a través de políticas agrarias que la favorezcan a pequeñas cooperativas de agricultores, e incluso cada uno de nosotros puede poner su granito de arena en este sentido. Y no importa que vivamos en un piso de ciudad: también podemos diseñar un huerto urbano de permacultura en nuestra terraza o balcón.
A continuación, te damos algunos pasos o consejos para diseñar tu huerto o jardín de permacultura. Muy ligado a los criterios de un huerto ecológico.
Lo primero es el diseño
El primer paso para iniciar tu huerto o jardín de permacultura es pensar en el diseño. El principio fundamental de permacultura es emular a la naturaleza. Por este motivo, debes procurar que la configuración de su huerto sea lo más natural posible.
En los diseños propios de la permacultura no tienen cabida los artificios ni un orden demasiado estricto, todo debe ser más espontáneo, como ocurre en la naturaleza.
La siembra debe ser sucesiva o continuada
Uno de los principios de la agricultura de permacultivo es tratar de optimizar los recursos naturales y regenerar el crecimiento vegetal mediante la siguiente estrategia: sembrar las plantas nuevas en el momento en que las existentes se encuentra en su final, de esta manera se retroalimenta el ciclo productivo.
Métodos naturales
Los productos químicos no tienen cabida en esta nueva forma de entender la agricultura, por lo tanto se deben usar siempre abonos y productos naturales.
Creación de microclimas
Otra recomendación es plantar vegetales o plantas que crezcan juntas con el fin de que se puedan proteger mutuamente de los elementos como el viento y el sol. Esto les ayudará a sobrevivir igual que hacen en la naturaleza.
Crear microsistemas acuáticos
Siempre que sea posible es recomendable incorporar un pequeño estanque, con el fin de crear un ecosistema acuático, que son los más productivos de todos. Incluso te puedes atrever con el cultivo de plantas acuáticas comestibles: castañas de agua, loto o menta vietnamita.
La jardinería vertical
Para un mejor uso del espacio, podemos cultivar plantas que crecen en superficies verticales. Existen múltiples ejemplos: uvas, kiwi, maracuyá, calabazas, melones, sandías, etc.
¿Qué diferencia a los productos naturales de la permacultura?
Quizá ahora te estás preguntando qué diferencia a los productos naturales procedentes de la permacultura de otro tipo de alimentos procedentes del cultivo extensivo o de la cría masificada de animales para consumo humano.
Veamos algunas claves que te ayudarán a distinguir los productos naturales procedentes de este tipo de agricultura sostenible:
Los productos naturales de la permacultura tienen que haberse obtenido respetando siempre la filosofía de la sostenibilidad y el aprovechamiento de los recursos naturales: ahorro de agua, utilización de fertilizantes naturales y de compost casero, prevención de plagas con productos naturales y no químicos, herramientas y aperos construidos con materiales naturales y libres de motores de combustión interna que utilicen combustibles como la gasolina o el diesel, etc.
Los productos naturales de la permacultura tienen que adaptarse al entorno donde crecen y no alterar el terreno de siembra, la afluencia de corrientes de agua, la presencia de flora o de fauna propias del lugar, etc.
Los productos naturales procedentes de la permacultura no se deben comercializar envasados en plásticos o cualquier otro sistema de embalaje altamente contaminante. Además, estos envases deben poder ser reciclados de forma sencilla para que vuelvan a disfrutar de una segunda vida útil, ecológica y productiva.
Un sistema de producción agrícola cuyo principal objetivo es cuidar el entorno
La permacultura, por lo tanto, consiste en la planificación y diseño de ecosistemas agrícolas que sean capaces de satisfacer las necesidades de alimentación de las personas sin que el entorno natural sufra daños irreparables.
Por este motivo, este sistema utiliza una serie de técnicas caracterizadas por utilizar patrones naturales a todos los niveles: disposición, diseño de huertos y jardines, tipo de siembra, uso de abonos naturales, etc.
Una de las ventajas de la permacultura es que es aplicable a todo tipo de escalas, desde la explotación de muchas hectáreas de terreno a un pequeño huerto urbano en la terraza o balcón de nuestra casa.
Un huerto regido por los valores de la permacultura nos va a permitir tener una relación más directa con la naturaleza y aprender a amarla y, sobre todo, respetarla.
Algunos espacios de ocio como el Cerdanya EcoResort están impulsando sus propios huertos de permacultura, totalmente naturales y respetuosos con el medioambiente, con el objetivo de futuro de proveer con sus propios productos a sus restaurantes.
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