Este post también está disponible en: Català (Catalán)
Médicos, psicólogos, maestros y otros especialistas coinciden en que, por lo general, los niños llevan una vida excesivamente sedentaria. El estilo de vida actual ha impuesto unos hábitos a todos los niveles (ocio, trabajo, relaciones con los demás..) caracterizados por el individualismo y la actividad limitada prácticamente a lugares cerrados. Todo ello motivado en gran medida por la presencia constante y omnipresente de los dispositivos tecnológicos: consolas, ordenadores, tablets, móviles…
No cabe duda que la tecnología aporta beneficios, pero también desventajas como: la obesidad infantil por falta de ejercicio y hasta el aislamiento en algunos niños. Y aunque parezca paradójico, en un mundo dominado por el trasiego constante de información se observa un gran desconocimiento de la naturaleza y sus procesos básicos, como la obtención y procedencia de los alimentos, especialmente en los niños y jóvenes que viven en zonas urbanas (la gran mayoría de la población en los países desarrollados).
Afortunadamente, existen muchos juegos sencillos para realizar al aire libre que pueden suplir tanto la falta de ejercicio como el desconocimiento de la naturaleza.
Te proponemos 7 actividades para aprender jugando en plena naturaleza
- El juego del topo. Es una actividad por equipos que consiste en vendar los ojos de forma alternativa a cada miembro del equipo con el objetivo de que adivine, por el tacto y el olfato, una serie de objetos de la naturaleza que previamente se han recogido: semillas, hojas, plumas…
- Carrera de árboles. Un adulto dice en voz alta el nombre de un tipo de árbol, y los niños tiene que salir corriendo y encontrarlo. También se puede hacer con plantas, flores y todo tipo de vegetales.
- Volar una cometa. La idea es que los niños aprendan las leyes básicas de la física observando cómo vuela una cometa sencilla construida por ellos mismos con la ayuda de los adultos.
- Jugar a orientarse. Enseñar a los niños nociones básicas de orientación como se hacía antes de que se inventasen los geolocalizadores de los móviles: con la posición del sol o con ayuda de una brújula rudimentaria, por ejemplo.
- Construir collares y pulseras con materiales naturales. Una buena forma de estimular la imaginación de los más pequeños y que aprenden el valor y la utilidad de las pequeñas cosas que el entorno natural nos ofrece: flores, palitos, trocitos de cuerda…
- Construir un nido. Se trata de imitar la capacidad de las aves para construir un nido exclusivamente con lo que encuentran en la naturaleza: seca, hierba ramitas…
- El intermedio. Es un juego para niños de muy corta edad de funcionamiento sencillo pero muy útil para que los pequeños se familiaricen con los tamaños y las formas. Se trata de coger parejas de objetos parecidos: dos flores, dos piedras o dos ramas y pedirles a los niños que encuentren un objeto similar pero de una medida intermedia.
Beneficios de este tipo de juegos
- Ayudan a los niños a conocer, respetar y querer la naturaleza.
- Los juegos al aire libre son instructivos, sanos y relajantes.
- Sirven para estimular la imaginación, explorar y descubrir cosas.
- Manejarse en un entorno natural supone en sí mismo todo un reto para los más pequeños.
- Sirven para socializar con otros niños y adultos.
- Combaten el excesivo sedentarismo y sus problemas asociados, como la obesidad infantil.
En Cerdanya EcoResorta también organizamos un juego familiar consistente en 50 retos sencillos para los niños: subirse a un árbol, buscar setas, hacer un corona de flores, coger manzanas directamente del árbol, hacer un muñeco de nieve.. ¡Se reparten premios para los que logran superarlos todos!
Si te ha gustado este post, te recomendamos Andorra con niños y actividades para niños al aire libre.
Deja un comentario