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¿Has escuchado alguna vez hablar de masajes deportivos, pero no sabes qué son exactamente? En esta publicación, te explicaremos en qué consisten y qué tipos de masajes deportivos existen. Seas deportista o no, seguro que te interesa saber cómo tratar las lesiones o las dolencias más frecuentes, como pueden ser aquellas derivadas de un mal entrenamiento o una sobrecarga.
Las visitas al fisioterapeuta pueden servir tanto para tratar algunas dolencias, como también para preparar al cuerpo para un entrenamiento o recuperarlo después de dicho esfuerzo. A continuación, vamos a ver en qué consisten los masajes deportivos.
¿Qué son los masajes deportivos?
Los masajes deportivos, se pueden definir como el conjunto de técnicas de manipulación manual cuyo objetivo final es preparar a los tejidos para prevenir lesiones durante el entrenamiento, recuperarse de las mismas y/o mejorar el estado de los músculos tras el esfuerzo físico. Por lo tanto, puede decirse que el público objetivo de este tipo de masaje son los deportistas que se van a preparar para una competición o acaban de terminar una.
Lo cierto es que, por lo general, todo deportista suele incorporar los masajes deportivos a sus rutinas de entrenamiento para recuperar sus músculos cuanto antes, y de esta manera, también forma parte de su mantenimiento.
Resumiendo, los objetivos de los masajes deportivos son:
- Preparar a los tejidos musculares y ligamentos para el esfuerzo físico.
- Prevenir lesiones, tanto antes de la competición como después.
- Recuperación de las lesiones, así como del estado físico del deportista después del entrenamiento y/o competición.
Tipos de masajes deportivos
Dentro de los masajes deportivos existen diferentes tipos según los objetivos que se persigan. Por lo tanto, se pueden clasificar en:
- Masaje pre-competición. Se trata de aquel que se realiza antes de una competición con el objetivo de preparar a los músculos para el esfuerzo que va a realizar. Lo ideal es que se realice unas horas antes, o como máximo 24 horas, para que surta el efecto deseado.
Con este tipo de masaje se logra aumentar la circulación sanguínea además de la temperatura interna del músculo. También, se eliminan las adherencias y las mialgias localizadas.
- Masaje de mantenimiento. Es el que se realiza de manera regular para poder conservar los músculos en un estado óptimo, así como para diagnosticar y tratar posibles lesiones.
Con este masaje se pretende eliminar la fatiga muscular, mantener la elasticidad muscular, eliminar mialgias, etcétera.
- Masaje de recuperación. Se debe aplicar entre los 30 minutos y las 6 horas tras terminar el entrenamiento o la competición. Antes de llevarlo a cabo, el deportista debe realizar un enfriamiento activo con una disminución del ritmo, mantenerse hidratado y volver a una normalidad respiratoria y cardiaca. El objetivo de este masaje deportivo es drenar los desechos metabólicos, reducir los posibles espasmos, aumentar el aporte sanguíneo, etcétera.
Además de estos tres tipos de masajes deportivos, debes saber que estos van a depender del deporte que se practique, pues no es lo mismo que el deportista necesite mayor fuerza o más flexibilidad. Por tanto, es importante ponerse siempre en manos de los mejores profesionales para que tanto tu preparación como recuperación sea la idónea.
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