Este post también está disponible en: Català (Catalán)
¿Eres consciente de que tu bienestar se alimenta de pensamientos positivos? Ya hemos hablado de la necesidad de equilibrar los tres aspectos fundamentales del ser: el cuerpo, la mente y el espíritu. Si nos preocupamos por comer alimentos sanos y llenos de nutrientes, también debemos alimentar la mente con pensamientos sanos, amables y positivos con el objetivo de afrontar el día a día con una actitud más positiva y proactiva.
En este artículo te contamos cómo los pensamientos positivos pueden ayudarte a mejorar tu bienestar y el de los que te rodean.
Pensamientos positivos: un hábito saludable para tu mente y espíritu
Somos lo que comemos, pero también lo que pensamos. De la misma forma en que planificas un menú saludable para la semana o completas un plan de ejercicio, deberías incluir hábitos saludables enfocados en tu mente y espíritu.
A pesar de las adversidades y del contexto en el que te muevas, depende de ti la actitud que tomas frente a ellas. Tú decides si quieres sentirte bien o no; si vas a preferir los pensamientos positivos para mantener un espíritu optimista. De hacer lo contrario, ¿de qué serviría? ¿Te aportaría algo?
Tómate un tiempo para reflexionar sobre eso, llegarás a la conclusión de que lo mejor es atraer pensamientos positivos. En tu mano está tener una actitud u otra ante la vida. Todo nace de uno mismo y del trabajo emocional. Si pensamos de forma positiva, atraeremos cosas positivas.
Cómo nutrir tu bienestar mental con pensamientos positivos
Es una tarea que requiere algo de esfuerzo, pero una vez que empiezas los pensamientos positivos irán apareciendo más fácilmente. Para que prevalezcan los pensamientos sanos, debes cambiar tu actitud ante ciertas circunstancias vitales y cotidianas. Por ejemplo:
- Sonríe. Obviamente todos tenemos nuestros momentos tristes (es normal y sano), pero cuando no hay ningún motivo para estar triste, serio o decaído, sonríe. La risa tiene un gran poder curativo y no te costará nada.
- Llena tus pensamientos con palabras positivas. El lenguaje es fundamental, destierra de tus conversaciones (tanto interiores como con los demás) de palabras con connotaciones negativas. Puedes recurrir a frases para reflexionar.
- Cambia el punto de vista al enfrentarte a las dificultades. Si cambias las perspectivas, y no te centras solo en una, encontrarás una forma de hacerle frente que puedes asumir mejor.
- Asume todas las vicisitudes y dificultades. Están ahí, no van a desaparecer, por lo que asúmelas para enfrentarte a ellas y solucionarlas.
- No te quejes tanto, o al menos hazlo cada vez menos. Si valoras todo lo que tienes y eres consciente de ello te sentirás mucho mejor. Quejarte por todo no te aporta nada más que frustración.
- Aprecia los detalles, las pequeñas cosas de la vida.
- Juzga menos a los demás. Por mucho que practiques la empatía no puedes entender las razones profundas que llevan a los demás a tomar sus decisiones. Las únicas decisiones que puedes controlar son las tuyas.
- Deja de compararte con otras personas. No ayuda a la autoestima. Se debe partir de la base de que no todos somos iguales y no debemos serlo.
- Las cosas que te pasan son tu responsabilidad. No todo ocurre por las acciones de los demás, las tuyas tienen también mucho que ver.
- Para que las cosas cambien, tú también debes cambiar. No esperes a que otros tomen la iniciativa.
- Aléjate de las personas tóxicas para ti. Rodéate de aquellos que compartan tus pensamientos positivos y déjate contagiar por su optimismo y vitalidad.
Los pensamientos positivos facilitan mucho la vida, favorecen una actitud positiva que repercute en los demás por lo que nos ayuda a ser mejores personas. Además, son buenos para la salud, para sentirnos más fuertes y confiados; puedes utilizarlos al poner en práctica técnicas de relajación cuando viajes, por ejemplo. En definitiva, atraer pensamientos positivos nos hace más felices. Así que no hay excusas para ir eliminando pensamientos negativos y poniendo en su lugar un poco de positividad. Y tú, ¿ya lo has puesto en marcha? ¡Cuéntanos tu experiencia!
Deja un comentario