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Viajar es siempre un placer. Visitar lugares nuevos, nos aporta nuevas experiencias que contribuyen al crecimiento personal. Pero los beneficios no son solo para los viajeros, también para las comunidades y los lugares que se visitan. Se trata de impactar positivamente y contribuir al desarrollo económico de los destinos.
Lamentablemente, ese impacto es, muchas veces, un lastre para muchas comunidades. Por eso, en la línea de los movimientos ecologistas, el ecoturismo plantea una forma de viaje sostenible. Los turistas deben viajar de manera inteligente, responsable y sostenible. Esa es la base sobre la que se asientan los principios del ecoturismo. En este artículo te contamos cuáles son y cómo el decálogo del perfecto ecoturista puede ayudarte a viajar con conciencia.
Los principios del ecoturismo
El ecoturismo, más que una tendencia, es hoy por hoy una necesidad. Viajar siguiendo los principios del ecoturismo es hacerlo siendo responsables con el planeta y las comunidades que se visitan, especialmente aquellas que están íntimamente relacionadas con la naturaleza.
Aunque la industria se ha dado cuenta y cada vez hay más viajeros con conciencia, los esfuerzos siguen siendo insuficientes. Es necesario sumar más viajeros conscientes. Solo implicando a todos los actores, lograremos fomentar el cuidado del medio ambiente cuando viajamos.
La Organización Mundial del Turismo, allá por el año 1999, ya aprobó el Código Ético Mundial para el Turismo. De ellos, se desprenden algunos de los principios del ecoturismo que cubren diferentes áreas de actuación o componentes: económico, social, cultural y ambiental.
En esta ocasión, queremos compartirte otra iniciativa, mucho más reciente, que puede servirte como decálogo de buenas prácticas cuando viajas. ¿Quieres saber cuáles son estos 10 mandamientos? Sigue leyendo.
Decálogo del perfecto ecoturista
Teniendo en cuenta los principios del ecoturismo, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha elaborado un decálogo que recoge consejos para aquellas personas a las que les gusta viajar pero además están comprometidas con la conservación del medio ambiente. Aquí van:
- Elige los destinos con cabeza: los lugares declarados Patrimonio Mundial además de estar protegidos, cuentan con actividades y proyectos de conservación a los que puedes sumar tu granito de arena con el simple hecho de visitarlos. Mejor contribuir con tu dinero en estos proyectos que correr el riesgo de financiar iniciativas que sirven para todo lo contrario.
- Olvídate de los por si acaso: lo mejor es viajar ligero. Si no tienes muchas cosas en tu maleta, disfrutarás más de las vacaciones y, lo más importante, limitarás tus residuos. Apela a la practicidad, ¿de verdad te pondrás toda esa ropa?
- Investígalo todo acerca de tu destino: especialmente las cuestiones medioambientales y de conservación. De este modo, una vez en el lugar, sabrás qué es lo que quieres hacer cómo contribuir a reducir los riesgos.
- Acude a los operadores turísticos locales con buena reputación: hoy esto es bastante sencillo gracias a internet. Si viajas a un lugar con una cultura diferente, asegúrate de que las empresas turísticas que contrates te guíen y asesoren para que seas tú el que se adapte a la costumbres del lugar y no al revés.
- Duerme en un alojamiento con el sello eco: no es necesario que cuente con un certificado oficial, simplemente averigua si son respetuosos con el medio ambiente o cuentan con políticas de ahorro de agua y energía. Ahora bien, si cumple con los preceptos de la construcción sostenible, no lo dudes. Probablemente, es un alojamiento muy comprometido.
- Volar es siempre la última opción: lo mejor es acudir al tren y el autobús en la medida de lo posible. Una vez en el destino, valora la posibilidad de moverte en bicicleta.
- A la hora de comer, no te la juegues: productos locales y de temporada. ¿Hay algo mejor que visitar un lugar y empaparse de su gastronomía? Las comidas típicas y las tradiciones culinarias dicen mucho de las comunidades que las ostentan. Eso sí, por mucho que sea típico, debes evitar aquellas prácticas que se alejan de la sostenibilidad o, directamente, ponen en jaque la conservación de algunas especies de seres vivos. Practica un consumo responsable.
- Sigue la misma intuición para evitar comprar suvenires que atenten directamente sobre el ecosistema. Nada de corales, estrellas de mar, plantas o semillas. Estas últimas corren el riesgo de convertirse en especies invasoras que pongan en jaque la sostenibilidad de tu propio ecosistema.
- Elige guías locales cualificados que compartan los mismos principios del ecoturismo. Si haces tours para ver animales salvajes, cerciórate de que vele por tu seguridad y la de ellos.
- Colabora con ONG o proyectos locales: si encuentras en tu viaje proyectos y organizaciones que se dedican a conservar el medio ambiente del lugar, plantéate la posibilidad de formar parte de su red de contribuyentes. Es, sin duda, una gran contribución.
¿Conocías estos principios del ecoturismo en forma de consejos para viajar? Te invitamos a ponerlos en práctica cada vez que visites un lugar nuevo. Y no te olvides de compartir la experiencia para que más personas los conozcan.
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