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Las imponentes cordilleras que configuran los Pirineos abarcan tres países distintos: Francia, Andorra y España; y, dentro de este último, dos comunidades autónomas, Aragón y Catalunya. En la inmensidad de los pirineos, independientemente del país o región en la que nos encontremos, nos topamos con un sinfín de pueblos con encanto que, como si fuesen extraídos de un paisaje bucólico, se funden con la naturaleza de forma que a veces resulta difícil establecer una frontera real entre el núcleo habitado y la naturaleza silvestre. De eso vamos a hablar en este post, de pueblos del Pirineo cautivadores, según nuestro criterio.
Seleccionar algunos de los pueblos del Pirineo para tratarlos con mayor atención en un artículo como este es una labor siempre complicada y en cierto modo injusta, puesto que, inevitablemente, siempre dejamos sin nombrar poblaciones que, por su belleza, merecerían también ser citadas y, sobre todo, visitadas.
En esta ocasión, hemos querido establecer un criterio geográfico muy claro: el pertenecer al Pirineo aragonés, francés, andorrano y catalán. De esta forma, hemos escogido un pueblo de cada zona especialmente destacable por su valor patrimonial, natural o su encanto especial.
Lista de los 4 pueblos del Pirineo más cautivadores
Mirepoix, la capital del cantón de su mismo nombre
Mirepoix pertenece a la región francesa conocida como Languedoc-Rosellón en el distrito de Pamiers y el cantón del Mirepoix, del cual es capital. Con una superficie que no llega a los 50 km2 y poco más de 3.000 habitantes, esta localidad amurallada destaca por conservar prácticamente intacto su aspecto medieval.
Y dentro de este contexto que evoca a los últimos años del siglo XIII, cuando fue reconstruida, destaca muy especialmente la plaza de los Porches y su catedral de estilo románico tardío y gótico meridional.
¿Qué tiene de especialmente cautivador Mirepoix? Muchas cosas, pero quizás destaque por su orden y racionalidad en contraposición a otras zonas rurales de los pirineos más anárquicas. Un ejemplo clarificador es el acceso a la muralla, conocido como d’Aval, construido exclusivamente con piedras apiladas.
Ansó, con 400 habitantes está considerado uno de los pueblos más bonitos de Huesca
Con poco más de 400 habitantes, desde el año 2015 forma parte de la selecta ruta de los pueblos más bonitos de España. Mérito que ha conseguido gracias a su espectacular riqueza natural y paisajística y su inmenso patrimonio artístico y cultural.
Además de su belleza, Ansó es un pueblo de contrastes. Lo primero que llama la atención es su gran extensión (más de 200 km2) para sus cuatro centenares de habitantes, lo que le confiere un densidad de población bajísima: 1,83 hab/km2.
Para entender los motivos de esta increíble extensión para un núcleo de población tan reducido, nos tenemos que remontar al año 1272, cuando el rey Jaime I de Aragón, conocido como el Conquistador, le adjudicó a Ansó el importante papel de guardián de una de las rutas más importantes con Francia, lo que explica el motivo de esa larguísima línea fronteriza que tiene Ansó con el país vecino.
Probablemente, el elemento más cautivador de Ansó es que posee uno de los cascos urbanos en mejor estado de conservación de todo el Pirineo, por lo que fue declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón. En su construcción destacan los materiales nobles, como la piedra, la madera y la teja.
Ordino, un remanso de paz a pocos kilómetros de Andorra capital
Ordino es pueblo de aproximadamente 4.700 habitantes muy tranquilo y que invita al paseo tranquilo y relajado por sus pequeñas calles empedradas. Situado en la cabecera septentrional de Andorra, poco tiene que ver con el bullicio comercial de la capital del principado, pese a que se encuentra muy cerca.
En Ordino existen varios museos, como el Iconográfico o el Museo Postal, además de dos edificios religiosos muy bellos: la iglesia de San Martí y la capilla de Casa Rosell. Pero probablemente lo más cautivador para los ojos del visitante sean la perfecta combinación de piedra, pizarra y madera de sus encantadoras casitas.
Prullans, el mirador de la Cerdanya
Con una altitud de poco más de 1.000 metros y sus 224 habitantes repartidos en 10 núcleos de población, Prullans está reconocido oficialmente como uno de los pueblos más bonitos de España.
Su magnetismo y encanto de este pueblecito de la baixa Cerdanya en la provincia de Lleida se encuentra sobre todo en su riqueza paisajística, su paz y su rica tradición culinaria. También destaca por sus fuentes naturales: existen unas ocho.
Se le conoce como el Mirador de la Cerdanya por su espectaculares vistas sobre el Valle de la Cerdanya y la sierra del Cadí-Moixeró.
Evidentemente, esta tan solo una pequeñísima muestra de los lugares con encanto, pueblos en este caso, que puedes encontrar en los Pirineos. Porque… ¡hay tantos! Están los pueblos con encanto en Huesca, el Valle de Arán y sus pueblos, sin olvidar esta selección que hicimos de los 10 pueblos más bonitos de España, que ya están fuera de los Pirineos pero que también merece la pena visitar. En cualquier caso, no hay excusa para viajar en familia, o conocer los sitios para visitar en Cataluña en pareja. ¿Te animas?
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