Los 7 pueblos del Pirineo catalán más bonitos

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El pirineo catalán es famoso por su espectacular naturaleza y también por sus pueblos, dos elementos que conforman un todo, puesto que los pueblos del Pirineo catalán se encuentran íntimamente conectados con las montañas.

Algunos de los pueblos del Pirineo catalán son muy conocidos, como es el caso de Vielha en Lleida. Sin embargo, existen otros que por su pequeño tamaño o su acceso algo más complicado, son todavía diamantes en bruto a descubrir por la mayoría. Veamos algunos de ellos.

Listado de pueblos del Pirineo Catalán por descubrir

1. Taüll

• Ubicación: Alta Ribagorça (Lleida)
• Habitantes: 270 aproximadamente
• Punto de interés: Iglesia de Sant Climent e Iglesia de Santa Maria
• Recomendación: Para los amantes del Romanticismo

Pocos pueblos condensan en tan poco espacio, no llega a los 300 habitantes, tanta belleza natural y arquitectónica. En este pueblo ubicado en el Valle de Bohí el visitante se puede deleitar  con dos joyas del Románico: la Iglesia de Sant Climent y la Iglesia de Santa Maria, destacando principalmente la primera de ellas por su campanario de seis pisos de altura. Fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1931 (Bien de Interés Cultural) y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. Este puede contemplarse perfectamente desde cualquier punto del pueblo, puesto que sobresale con gran majestuosidad por encima de los tejados.

2. Prullans

• Ubicación: La Cerdanya (Lleida)
• Habitantes: 200 aproximadamente
• Punto de interés: El mirador de La Cerdanya, con vistas al valle y a la Serra del Cadí
• Recomendación: Para los amantes de La Cerdanya y el buen tiempo

El minúsculo pueblo de Prullans, con poco más de 200 habitantes, situado junto al increíble Parque Natural Cadí-Moixeró y recortado por los perfiles montañosos del Serrat de Sant Quintí y Serrat del Coronals, tiene unas vistas tan impresionantes a la Cerdanya que, solamente por eso, ya se justifica su visita.

Pero además podemos admirar unos valiosos dólmenes que fueron encontrados en Oren y les Coves d’Anés, los cuales demuestran la presencia del hombre en estas privilegiadas tierras hace ya miles y miles de años.

Tampoco nos podemos olvidar de la iglesia románica de Sant Esteve. Es una construcción que data de los siglos XI y XII de una sola nave, aunque siglos más tardes, en el XVI, se le añadió un campanario.

Como hemos comentado en otras ocasiones, Prullans es  uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Lleida, incluido dentro de Red de Pueblos con Encanto de Lleida en el cual se encuentra el Cerdanya Ecoresort.

3. Unha

• Ubicación: Vall d’Aran (Lleida)
• Habitantes: 100 aproximadamente
• Punto de interés: Iglesia Parroquial de Santa Eulalia
• Recomendación: Para los amantes del esquí y la nieve

Uno de los pueblos del Pirineo catalán es Unha. Es una entidad municipal perteneciente al municipio del Alto Arán, a unos 1.280 metros por sobre el nivel del mar. Envuelto de montañas y naturaleza, está muy cerca de otro precioso pueblo, Salardú. Se caracteriza por sus casas de piedra y sus calles estrechas que llevan hasta la Iglesia Parroquial de Santa Eulalia.

4. Camprodon

• Ubicación: Ripollès (Girona)
• Habitantes: 2.200 aproximadamente
• Punto de interés: Puente Nuevo
• Recomendación: Para los amantes de la montaña sin renunciar a todos los servicios

Ubicado a la vera del río Ter, junto a su nacimiento, Camprodon es un pequeño pueblo de poco más de 2.000 habitantes con un encanto especial por su característico Puente Nuevo, que data del s. XII y su fascinante gastronomía.

Destaca también la Iglesia de Santa María y el Museo de Isaac Albéniz, dedicado a este gran compositor catalán nacido en esta villa  en el año 1860.

5. Llívia

• Ubicación: Baixa Cerdanya (Girona)
• Habitantes: 1.400 aproximadamente
• Punto de interés: Farmacia Esteve, una de las más antiguas de Europa (museo actual)
• Recomendación: Para los amantes de la Catalunya Nord

Otro pequeño pueblo de incuestionable interés es Llívia que, debido al Tratado de los Pirineos firmado en el s. XVIII, pertenece a Girona pese a que sus escasos 1.400 habitantes están rodeados de territorio francés.

Hay mucho que ver en Llívia, aunque destacaríamos su iglesia gótica en forma de fortaleza, a la que se accede a través de un precioso camino empedrado.

Quizás no tan conocida pero también muy destacable es la farmacia Esteve de Llívia, considerada la más antigua de Europa. Se sabe que fue fundada a principios del S. XV y actualmente se ha convertido en una colección de cajas renacentistas con retratos de santos y personajes y potes antiguos para guardar los medicamentos.

6. Castellar de n’Hug

• Ubicación: Bergadà (Barcelona)
• Habitantes: 160 aproximadamente
• Punto de interés: Nacimiento de les Fonts del Llobregat
• Recomendación: Para los amantes de las buenas vistas y  la fuerza de la naturaleza

Castellar de n’Hug, en el corazón del Prepirineo catalán, es uno de los pequeños pueblos del Pirineo catalán situado en la comarca del Berguedà, al norte de la provincia de Barcelona. Situado a 1.400m de altitud respeta su antigua arquitectura tradicional con calles empedradas, casas y paredes de piedra y tejados típicamente catalanes.

Este precioso pueblo de estructura medieval es conocido por ser el origen del río Llobregat: Las Fuentes del Llobregat. Desde el pueblo se puede disfrutar de unas magníficas vistas a Sierra d’Ensija, Rasos de Peguera i el Pedraforca.

7. Queralbs

• Ubicación: Ripollès (Girona)
• Habitantes: 170 aproximadamente
• Punto de interés: La Iglesia románica de Queralbs
• Recomendación: Para los amantes del senderismo

Queralbs, es un pequeño pueblo del Pirineo Catalán situado al norte de Ribas de Freser y en el límite con la Cerdanya y la comarca francesa de Conflent. Su mayor punto de interés es la iglesia románica de Queralbs, que data del finales del siglo X, dediaca a Sant Jaume. Además, la zona es perfecta para aquellos amantes del senderismo.

A modo de curiosidad, podemos decir que el expresidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, venía aquí de vacaciones.

Los pueblos del Pirineo catalán, en definitiva, que ya sea cubiertas del blanco manto de la nieve, o con el mosaico multicolor propio de otras épocas del año más calidad, son auténticas postales vivientes, donde extasiarse con sus vistas, perderse por sus callejuelas de origen medieval y enriquecerse con sus iglesias y museos.

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