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¿Te imaginas poder disfrutar de una auténtica salud integral? Pues adelante, empieza a leer porque en el artículo de hoy vamos a intentar explicarte qué es y cómo conseguir esa ansiada salud integral que todo ser humano desearía tanto para sí mismo, como para sus seres más queridos.
¿Qué es la salud integral?
Como bien dice la OMS– Organización Mundial de la Salud-, la salud no es solo ese estado en el que estamos libres de afecciones, patologías o enfermedades, sino un (copiamos y pegamos literalmente) “estado de bienestar físico, mental y social”. Pulsa aquí para leer la definición completa que hace la OMS de “Salud”, es muy interesante.
Así y casi sin pretenderlo, la OMS nos ofrece una definición perfecta de lo que sería la salud integral: un estado ideal en el que tanto nuestro cuerpo como nuestra mente se vean libres de afecciones, daños o dolores de ningún tipo. Pero… ¿es esto una utopía? ¿Existe la salud integral? Y, lo más importante de todo: ¿cómo podemos disfrutar de ese estado de bienestar global? Lo vemos en el siguiente apartado.
4 maneres para gozar de una salud integral
1. Trabajar nuestra autoestima
Si no nos queremos a nosotros mismos… ¿Cómo vamos a esforzarnos en alcanzar esa salud integral ideal que nos permita disfrutar plenamente de la vida? Parece una obviedad, pero lo primero que tenemos que hacer para conseguir la salud integral es querernos a nosotros mismos, amarnos con nuestros defectos y nuestras virtudes, trabajar nuestra autoestima sobre todas las cosas para priorizar nuestra buena salud integral sobre todas las cosas.
2. Prestar atención a nuestras emociones
Los expertos en salud integral insisten muchísimo en la relación innata que existe entre nuestro cuerpo y nuestra mente. Si sufrimos dolores físicos, estos repercuten sobre el buen estado de salud de nuestra mente, sobre las emociones. Pero si sufrimos desequilibrios emocionales, si nuestra mente está dañada o afectada, este malestar emocional repercutirá negativamente sobre nuestro estado de salud físico dando pie a multitud de enfermedades y patologías de todo tipo: musculares, digestivas, circulatorias…
Así, el segundo paso para conseguir esa ansiada salud integral es no olvidar nuestro plano emocional, conocernos a nosotros mismos mediante técnicas de meditación guiada o cualquier otro tipo de terapias naturales que nos permitan ahondar en nuestro yo interior advirtiendo a tiempo cualquier anomalía que se pueda transformar en un daño físico real.
3. Somos lo que comemos
Otro punto en el que inciden especialmente los expertos en salud integral es lo importante que es tomar una alimentación sana, saludable y adaptada a nuestro estado físico, la actividad diaria que desarrollamos, la edad que tengamos…
Por tanto y desde este punto de vista, la salud integral pasa por mantener una dieta diaria en la que primen las frutas y las verduras de calidad, una dieta en la que no falte el agua fresca, los productos de la huerta, los cereales, las hortalizas, los huevos, la leche… Una dieta rica, variada, saludable y que nos aporte la energía necesaria para prevenir las enfermedades físicas y, también, los desequilibrios emocionales.
Recuerda: somos lo que comemos y si nuestros alimentos no son saludables, nuestra salud integral – física y mental- se resentirá.
4. Conectar con la sociedad
El ser humano es un ser social por naturaleza. Vivimos en comunidad y somos más felices cuando compartimos nuestra vida, proyectos e ilusiones con otros seres humanos afines a nuestra forma de pensar, vivir y actuar.
Conectar con la sociedad, sentirnos parte fundamental de una comunidad responsable, comprometida con el medio ambiente, sana y saludable es, así, fundamental para alcanzar esa salud integral que necesitamos como seres individuales y, también, como seres pertenecientes a una misma especie: la humanidad.
¿Conocías antes esta información sobre la salud integral? ¿Qué te parece? ¡Escribe un comentario!
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