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¿Qué es una vida ecológica? En principio se puede considerar ecológico cualquier producto o actividad que beneficie, o al menos no perjudique, el medio ambiente. La cuestión es que existen muchas formas de ser respetuosos con la naturaleza y, muchas de ellas, con un marcado carácter doméstico e individual. Es decir, podemos (y tenemos el deber ético de hacerlo) poner en marcha pequeñas medidas en nuestro propio hogar y en nuestros hábitos individuales del día a día que, en conjunto, va a contribuir en mantener un planeta mucho menos contaminado y con recursos naturales suficientes para las generaciones futuras.
En esto radica la verdadera esencia de la vida ecológica: en sumar pequeños esfuerzos entre todos para conseguir grandes beneficios
10 consejos para llevar una vida ecológica
- Consumir solo lo necesario y reutilizar. Una de las claves de la ecología radica en el consumo responsable. ¿Te has parado a pensar en todas las cosas que has comprado y que realmente nunca o casi nunca utilizas? Seguramente son muchas y aún así sigues malgastando dinero, tiempo y los recursos del planeta en cosas inútiles, que no son más que un estorbo. Es importante para ti mismo y para todos consumir menos y reutilizar.
- Cambia el plástico por el vidrio. Los plásticos son tóxicos, deterioran el medio ambiente y su reutilización para llevar bebidas o calentar comida puede ser nocivo para la salud. En su lugar, acostúmbrate a usar botellas y envase de vidrio, que es un material con un ciclo de vida limitado y unas posibilidades de reciclaje casi eternas, y además es respetuoso con el medioambiente, limpio y sano.
- Apuesta por los productos ecológicos. Y no solo nos referimos a los alimentos. Hoy en día existen champús, jabones, cremas y otros muchos artículos que nos garantizan que en su composición y proceso de fabricación solamente se utilizan productos naturales y respetuosos con el medio ambiente.
- Viste también de manera ecológica. Para conseguirlo tienes que fijarte sobre todo en la composición de los tejidos, apostando por las fibras sanas, sostenibles y naturales: lino, cáñamo y algodón orgánico, entre otros.
- Pon especial cuidado en los productos de limpieza. Aunque suene paradójico, a veces limpiar también “ensucia”, ya que muchos productos de limpieza están compuestos de productos químicos dañinos para el medio ambiente. Consulta la composición de los productos que uses y procura que sean también ecológicos.
- Usa plantas para purificar espacio. Las plantas, además de para decorar, cumplen la importante función de limpiar al aire que respiras, ya que filtran sustancias del aire con sus hojas, raíces y tierra. Por eso es bueno colocar plantas en el suelo y también en forma vertical.
- Modera el gasto de agua. Con hábitos tan sencillos como no colocar la lavadora o el lavavajillas a la máxima carga, ducharse en vez de bañarse o abrir el grifo solo cuando vayas a aclararse no desperdiciaremos ese bien tan preciado para todos como es el agua.
- Consumir energía limpia. También puedes darte de baja de tu compañía de luz de siempre y contratar alguna que utilice el 100% de energías renovables (aquellas que se obtienen a partir de energías naturales). Además de ayudar al medio ambiente es muy posible que te ahorres algunos euros en tu factura mensual.
- Asegúrate que se respeta a los animales. No se trata de convertirse de la noche a la mañana en un vegano radical. Pero la etiqueta de muchos productos informa sobre si el animal no ha sido maltratado en su sacrificio o para extraerles su piel o sus plumas.
- Pon un huerto en tu balcón. Los huertos ecológicos urbanos son excelentes para relajarte, comer sano y establecer un contacto más directo con la naturaleza.
¡Pon en marcha algunas de estas recomendaciones y disfruta a tope de tu vida ecológica!
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