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¿Sabías que si los 6.500 millones de personas que pueblan el planeta Tierra consumieran igual que los habitantes de los países desarrollados necesitaríamos 3,5 planetas como el nuestro para satisfacer todas las necesidades? Consumimos más de lo que la Tierra puede soportar. Obviamente, no es un modo de vida sostenible. Es un problema de proporciones épicas del que necesitamos concienciarnos.
¡Todavía estamos a tiempo de ponerle remedio! Una buena terapia de choque puede ser tomar verdadera conciencia del impacto que tu existencia, con los hábitos de consumo que tienes hoy, provoca en el medio en el que vives. En esta ocasión te explicamos qué es y cómo calcular tu huella ecológica.
¿Qué es la huella ecológica?
Nuestro estilo de vida está marcado por el consumo. Probablemente no es el mejor modo de lograr un modo de vida sostenible, pero debemos partir de esa base. Consumimos alimentos y bebidas, nuestros hogares necesitan suministros, en el día a día usamos productos de higiene personal, ropa y calzado, etc.
Consumimos cada día desde el nacimiento hasta nuestra muerte. Sin embargo, el consumo no es una actividad neutral, el modo en que lo hacemos puede marcar nuestro estilo de vida y hacerlo sostenible, simplemente minimizando nuestra huella ecológica. Así como al caminar, dejamos huellas en el camino, nuestro modo de vida deja una huella ecológica, un impacto ambiental concreto.
Si queremos llevar un estilo de vida sostenible, debemos intentar reducir lo máximo posible esa huella ecológica. Este impacto se puede medir y concretar en cifras. Podemos representar de forma gráfica el consumo de recursos calculando la superficie terrestre que necesitaría una persona para mantener su tren de vida. Basta con medir el área productiva necesaria para obtener todos los recursos que una persona consume y absorber los desechos generados.
Así, estudios científicos han calculado que el área de tierra productiva que le correspondería a cada ser humano para sustentar su vida es de 1,8 hectáreas; sin embargo, la huella ecológica media global es de 2,2. Claramente el modo de consumo que tenemos no es el adecuado, ya que no garantiza un modo de vida sostenible.
Para paliar la situación debemos empezar por hacer una gran labor educativa, no solo para cambiar nuestros hábitos de consumo y ajustarlo a las necesidades reales, sino favoreciendo la conservación del medio ambiente y la igualdad social llevando el mensaje a la mayor cantidad de gente posible. ¡Con tu ejemplo puedes lograr que otros abran los ojos! Puedes asegurarte que las futuras generaciones sean más sostenibles si tus hijos crecen en hogares sostenibles, tienen hábitos que cuidan el planeta, acuden a centros de ocio respetuosos con el medio ambiente y procuran el bienestar de la comunidad.
Cómo llevar un estilo de vida sostenible
Si te preguntas cómo llevar un estilo de vida sostenible, debes tener en cuenta diferentes factores. Ante todo, debes ser consciente de todo lo que haces, compras, de tu día a día. En cada una de tus acciones diarias puedes encontrar la forma de ser más sostenible.
Piensa también en las opciones sostenibles para hacer aquello que más te gusta. Por ejemplo, si te encanta viajar, pásate al turismo alternativo. Experimenta también con el agroturismo, encuentra la forma de practicar un turismo responsable o turismo activo.
Puedes lograr un estilo de vida sostenible con pequeños cambios:
- Planifica y optimiza el consumo energético doméstico. Puedes hacer pequeños cambios que te ahorrarán mucha energía. Por ejemplo, aislar bien puertas y ventanas para mantener el frío o el calor dentro de tu hogar. Pásate a las bombillas LED, apaga y desenchufa todo aquello que no estés utilizando… Mejora la sostenibilidad ambiental en casa; plantéate utilizar biomasa u otra energía verde.
- Deja el coche en casa; anda o muévete en bicicleta. El transporte público es la mejor opción para las distancias más largas, pero para moverte por tu barrio puedes usar la bicicleta.
- Piensa muy bien antes de comprar un nuevo producto. ¿Realmente lo necesitas? Del mismo modo, si te vas a deshacer de objetos, párate a pensar si lo puedes reciclar, donar o darle una nueva vida.
- Reduce el consumo de plásticos. Dile adiós a los envases de un solo uso y prioriza las versiones en cristal u otros materiales. Por ejemplo, para los tupper o las botellas reutilizables para llevar siempre tu agua contigo.
- Apuesta por el consumo local y los alimentos de temporada. Este es uno de los hábitos de vida saludable clave. Si prefieres alimentos de temporada y de proximidad evitarás aquellos alimentos producidos a miles de kilómetros cuya huella de carbono es insostenible.
La clave de la vida sostenible es el consumo responsable
El consumo responsable debe tener en cuenta algunos aspectos importantes:
- Es necesario considerar el impacto ambiental desde el punto de vista del ciclo vital del producto que compramos. Debemos valorar cómo se produce, transporta, distribuye, consume y qué residuos deja.
- Debemos determinar lo más precisamente posible la huella ecológica que producen algunos estilos de vida y el consumismo.
- Encontrar las empresas, productos y servicios que respeten el medio ambiente y los derechos humanos para elegirlos frente a otros que no promueven un estilo de vida sostenible.
- Comunicar y plantear el tipo de comercio sostenible que queremos favorecer. Muchas veces, las empresas o productores no han hecho la necesaria labor de análisis previo y siempre podemos ayudar con nuestros argumentos sostenibles.
¿Crees que tu estilo de vida es sostenible? Ponte a prueba
Todos somos responsables de la buena salud del planeta. Cada uno de nosotros deja una huella ecológica y si las sumamos todas, el impacto es enorme. Deberíamos transitar hacia una sociedad más sostenible poniendo todos de nuestra parte. Para convencerte, prueba a descubrir tu huella ecológica. ¿Podrías reducirla? ¡Ponte a prueba! Para ello, te invitamos a hacer las encuestas que la Diputación Foral de Bizkaia pone a disposición de todos los interesados en el portal tuhuellaecologica.org.
¿Has calculado tu huella ecológica? ¿Crees que tu estilo de vida es sostenible? ¿Cambiarías algo tus hábitos de consumo? Comparte tus reflexiones con nosotros, la conciencia debe ser colectiva para que triunfe.
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